Una infraestructura escolar adecuada y un equipamiento básico son condiciones indispensables para un aprendizaje efectivo. Escuelas seguras, con espacios limpios, iluminados y bien ventilados, así como acceso a recursos tecnológicos y materiales didácticos actualizados, impactan directamente en la calidad de la enseñanza y en la motivación de los estudiantes y docentes.
Es una responsabilidad prioritaria garantizar que cada escuela pública cuente con las condiciones necesarias para desarrollar sus actividades académicas y recreativas. Invertir en infraestructura y equipamiento es invertir en el futuro de nuestros niños y jóvenes, proporcionándoles un entorno propicio para su desarrollo integral.